Entre el año 1 y 150 del período llamado Tzacualli se construyó la hoy llamada Pirámide del Sol que es la más sobresaliente del lugar, con una base de 222 por 225 metros y una altura de 63 metros, es tan grande como la de Keops en Egipto aunque su altura es menor, fue erigida sobre una cavidad natural de 102 metros de largo, por la cual, según datos encontrados, fluía una corriente de agua. Eduardo Matos Moctezuma, Arqueólogo mexicano, ha mencionado que no es de extrañar este tipo de construcción dada la importancia que tiene el agua para un pueblo agrícola, además en ese tiempo las cuevas eran consideradas como la entrada al inframundo y como matriz que puede parir pueblos. La otra pirámide que conocemos hoy como Pirámide de la Luna tiene una base de 120 por 150 metros y una altura de 35 metros, está construida en un terreno más alto que la del Sol, lo que provoca que las cimas de ambas pirámides queden al mismo nivel.
Un lugar que no te debes perder cuando visites Teotihuacan, es la zona llamada por los Aztecas “Templo de Quetzalcóatl”, en el podrás apreciar el trabajo en piedra de los Teotihuacanos, observarás representaciones de Tlaloc (un ser supremo que dominaba para ellos todas las fuerzas de la naturaleza) y representaciones de serpientes emplumadas que representaban las aguas terrestres, ambos acompañados de conchas y caracoles.
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