viernes, 21 de septiembre de 2007

1985... 7:00 am... ciudad de mèxico...

Era una mañana como cualquier otra, 19 de septiembre de 1985, todos los mexicanos comenzaban sus actividades normales, escuela, trabajo, ejercicio… 7:19 AM y todo cambió; el rumbo que la ciudad de México tomaría marcó para siempre el futuro de muchos hombres. Se registró un temblor de aprox. 8.1 grados en la escala de Richter de características oscilatorias y trepidatorias, con una duración de 1.53 minutos.
Comenzó a sentirse intenso e interminable, más sin embargo, en ese momento, nadie podía imaginar lo que estaba por verse, calles completamente destruidas por los escombros de los grandes edificios que se habían venido abajo, edificios completamente llenos de personas que habían quedado sepultadas, sin seguramente saber que había sucedido, como una historia de terror y asombro, comenzó la difícil tarea de ayudar.
El hospital Juárez uno de los mas importantes de la ciudad, en ruinas, la gente desesperada trataba de buscar a los sobrevivientes sin mas herramientas que sus propias manos; escuelas derrumbadas que a esas horas ya tenían alumnos a su máxima capacidad y los papás desesperados tratando de volver a ver a sus queridos hijos; Tlaltelolco, cientos de familias se habían quedado sin hogar, pero lo peor, cientos de personas se habían quedado sin familia; San Antonio Abad, edificio repleto de mujeres costureras que en el afán de ayudar al con el gasto familiar comenzaban a trabajar desde las siete de la mañana, quedó completamente destruido como un sándwich que aplasta y aprisiona todo lo que tiene dentro, la mayoría de ellas eran madres a quienes nunca volverían a ver sus hijos.
9:00 AM y la ciudad era un caos, la gente envuelta en un ambiente de tristeza y miedo.
En ese momento lo único cierto era que la mayoría nos hacíamos la misma pregunta ¿cómo pudo haber pasado esta tragedia?, la naturaleza nos agarro desprevenidos. Verdaderamente los ciudadanos no estábamos preparados para vivir un acontecimiento de tal magnitud, no estábamos capacitados para saber qué hacer, el famoso no corro, no grito, no empujo, eran desconocidos en ese entonces, nunca pensamos en buscar las zonas mas seguras, nunca habíamos participado en un simulacro pues no existían, esa falta de información, de preparación fue principalmente nuestro gran problema; se dice que el terremoto solo afecto al 3 por ciento de la población, ¿por qué entonces causo tantos estragos a la ciudad y tanto dolor?.

24 horas mas tarde, solo nos inquietaba la idea de que lo único que se encontraba eran restos humanos casi irreconocibles que fueron llevados en montón al campo del estadio de béisbol del IMSS, que a la fecha ya no existe, en donde permanecerían 48 horas más, en caso de no reconocerse irían a la fosa común, con la tristeza de no saber nunca más quienes fueron esas personas que no tuvieron la misma suerte que nosotros

Con el pánico que queda después de ver tan trágicos acontecimientos, tuvimos que vivir el terror al día siguiente de una replica, afortunadamente no tan intensa como el primer movimiento, pero sí que dificultó aún más el rescate de personas, intensificó el caos generalizado y por supuesto el pánico.

Hay muchas versiones, hay información acerca de los perecidos, pero nunca se sabrá en realidad cuantos se fueron, tampoco sabremos el sufrimiento de sus familiares al no dar con ellos pues fue una lucha contra reloj.

Lo único que ahora nos queda es tratar de prepararnos día a día para un acontecimiento de esta magnitud, sensibilizarnos, saber que en cualquier momento puede pasarnos porque estos desastres naturales no discriminan y tampoco avisan.

Para julio de 1986 cuando todavía muchas familias estaban sin hogar, el presidente decreto la creación de la Coordinación General de Protección Civil, quien se encargaría de elaborar Programas de Protección Civil, de Auxilio y Restablecimiento, los cuales se darían a conocer a toda la población para tratar de estar preparados, para saber que hacer en caso de que volviese en la historia del país a ocurrir un evento como este.
Estos programas contemplan las siguientes actividades que hoy en día son implementadas en escuelas, centros de trabajo y que debieran ser aplicadas también en nuestras casas pues representan la posibilidad de salvar nuestras vidas y las de nuestros seres queridos:

Programa de prevención:
Organización
Análisis de vulnerabilidad
Equipamiento
Señalización
Formación de brigadas
Simulacros

Subprograma de Auxilio
Alertamiento
Plan de emergencia
Regreso inmediato a la “normalidad”

Subprograma de Restablecimiento
Recuperación inmediata
Vuelta a la normalidad

Debemos de estar concientes que el conocer y participar activamente en estos planes y programas de prevención, es una oportunidad para salvar nuestra vida y para salvar la vida de los que nos rodean.
Un desastre natural tan trágico como el que ocurrió en 1985, puede volver a suceder en cualquier momento, infórmate cuales son las zonas de menor riesgo, que debes hacer en caso de sismo, que no te tome por sorpresa y recuerda…

No corro,
No grito,
No empujo.

La imagen “http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/11/Temblor1985-7_Marco_Antonio_Cruz.PNG” no puede mostrarse, porque contiene errores.

No hay comentarios: