lunes, 3 de septiembre de 2007

PERMISIBILIDAD


Este artículo lo publique para las alumnas de la Carrera de Secretariado de la ETSME en la Gaceta "Ilumínate" . Te invito a conocer mi trabajo.


Desde que nacemos nuestro mundo esta lleno de permisibilidad, es decir, tenemos la libre elección de hacer o no hacer, de ser o no ser, pero ¿qué tanto nos permiten nuestros padres, que son los seres más cercanos a nosotros?, ¿qué tanto nuestros maestros que durante nuestra niñez y juventud forman nuestra segunda familia? y ¿en general por el mundo y la sociedad que nos rodea? Veamos algunos ejemplos:

Cuando apenas comienza nuestra vida en libre movimiento, se nos permite gatear por toda la casa, nuestros papás se vuelven casi locos por festejar este hecho trascendental en la vida de sus pequeños hijos, o sea nosotros, sin embargo pocos años mas tarde -¡y de verdad pocos!-, los mismos seres que nos enseñaron a gatear nos lo prohíben por múltiples razones, por ejemplo: ¡te ensucias y maltratas la ropa¡ o ¡te vez mal¡; esta conducta es un tanto contradictoria -¿no crees?- pero al crecer nos damos cuenta que en realidad nos vemos mal y sí se maltrata la ropa, de manera que este cambio de actitud de nuestros padres hacia nosotros fue por nuestro bien ; otro ejemplo clásico tan contradictorio como el anterior, es que cuando éramos niños no se nos permitía decir malas palabras, (bueno aunque hay sus malas excepciones) pero cuando se es “adulto” se nos permite por la sociedad o por otros adultos decir frases en las que cada una de estas va acompañada de una o dos o tres palabras bastante altisonantes y que creemos que están de moda y hasta pensamos que se oyen “Nice”, por supuesto a nadie le pedimos opinión y mucho menos a los pequeños quienes nos observan y por lo general nos imitan.

Así podríamos mencionar varios ejemplos tan contradictorios como estos; a veces permitimos, otras veces no, la cuestión es: ¿qué tanto nos permitimos nosotros mismos?, es en ese punto precisamente, donde nos preguntamos ¿quiénes somos?, ¿hacia dónde vamos? y ¿hasta dónde somos capaces de llegar?, -y si no se lo han preguntado, están muy a tiempo de hacerlo- pues estos cuestionamientos nos conducirán a un mejor comportamiento personal, social y cultural que quizá no visualizábamos, pero que está tan al alcance de nuestras manos como el respirar.

Luego entonces es importante entender que la permisibilidad puede llegar a ser muy contradictoria en diferentes etapas de nuestra vida, pero definitivamente ayuda y estimula la transformación de la personalidad y provee de alguna manera la superación personal, en pocas palabras “crecemos ”.

Cuando se es joven se piensa en que ruidoso es para los adultos tratar de entender que necesitamos libertad, pero hay un dicho popular y muy repetido que concluye con este tema y que dice así: “como te veo me vi, pero finalmente como me vez te verás...”

Decidir ser congruente con lo que hacemos o lo que decimos, decide también el futuro que queremos para nosotros mismos.

Elige siempre lo mejor para tí.


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